¿Quiénes somos?

¿Quiénes somos?

Presentación

«Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra.
Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes
bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo,
y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado.
Y he aquí que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo.» (Mt. 28, 18-19).

«El desafío supremo de la Iglesia, al inicio de este milenio, es el mismo que le fue confiado al inicio de los tiempos : la evangelización. En todas las épocas, incluyendo la nuestra, la Iglesia ha tenido y tiene como vocación acoger el mandamiento misionero de Cristo Resucitado. El corazón de la vocación de la Iglesia y de su misión de todos los tiempos, es hacer discípulos.»

Cardenal Stanislas Rylko,
Presidente del Consejo Pontificio para los Laicos

Las Ovejas de Jesús es un movimiento eclesial que toma vida, soplo y color en el Corazón de Jesús, Buen Pastor. Tiene su carisma y pedagogía propias para formar discípulos, siguiendo a Jesús. El Movimiento fue reconocido como Asociación privada de Fieles, de derecho diocesano en el 2006.

Naturaleza de los movimientos eclesiales

Una vez más, el Santo Espíritu intervino en la historia de la Iglesia respondiendo a las necesidades actuales de la evangelización. Ha hecho DON de nuevos carismas portadores de un extraordinario dinamismo misionero, respondiendo de esta manera, a los grandes desafíos dramáticos de nuestra época. Se trata de los «Movimientos eclesiales», o de las «Nuevas Comunidades», o de las «Asociaciones de fieles».

El Servidor de Dios, Juan Pablo II, que seguía estas nuevas realidades eclesiales, con ternura y solicitud pastoral muy especial, afirmaba esto: «Uno de los dones del Espíritu Santo a nuestro tiempo es, ciertamente, el florecimiento de estos nuevos movimientos eclesiales, que desde el comienzo de mi pontificado observé y sigo observando como motivo de esperanza para la Iglesia y para los hombres». El papa Juan Pablo II estaba profundamente convencido que los Movimientos eclesiales eran la expresión de un nuevo Adviento misionero, de la «gran primavera cristiana» preparada por Dios a la llegada del tercer milenio de la Redención.

Los Movimientos eclesiales son reconocidos como laboratorios de fe, como auténticas escuelas de vida cristiana, de santidad y de misión. La fuerza pedagógica de un movimiento eclesial está contenida en el carisma, que genera una afinidad espiritual entre las personas. Cada movimiento tiene una pedagogía que le es propia y que se concentra en la vocación bautismal propia a los discípulos de Cristo. Cada pedagogía se establece al interior de pequeñas comunidades cristianas.»

Cardenal Stanislas Rylko,
Presidente del Consejo Pontificio para los Laicos

El movimiento Las Ovejas de Jesús se inscribe en la corriente y el dinamismo de los Movimientos eclesiales. La breve evocación de lo que define un movimiento eclesial confirma rápidamente que el don recibido por la fundadora se inscribe en esta novedad, desarrollada sobre todo desde el Vaticano II.

La Palabra de Dios fundadora

«Yo he venido para que las ovejas tengan vida, y la tengan en abundancia.
Yo soy el buen pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas.»
(Juan 10,10-11).

Esta Palabra de Dios es la fundadora del movimiento de Las Ovejas de Jesús, nacido en abril de 1985. El Maestro mismo tomó esta maravillosa imagen para revelarnos un aspecto fundamental de su persona y de su misión. Él vino para darnos la vida y quiere comunicárnosla al interior de una relación personal, amorosa con Él. Todos aquellos que viven de su vida, forman el pueblo que le pertenece. Este movimiento de gracia y de comunión inspira todas las reuniones de Las Ovejas de Jesús. He aquí el relato de la fundación, contado por la fundadora, la hermana Jocelyne Huot, de la comunidad de las Hermanas de San Francisco de Asís:

Soeur Jocelye HuotDomingo en la tarde, 28 de abril de 1985, es un lindo día y hace calor. Es la primavera. La soledad y la luz me llevan afuera. Con la Biblia en la mano, entro en el pequeño bosque para orar. En medio de la nieve, busco un lugar donde detenerme. Me siento y me cubro con un manto de lana. Me deleito con el silencio que me rodea y con la presencia de Dios que me habita. Abro el libro de la Palabra de Dios, en el Evangelio del día, el cuarto domingo de Pascuas, domingo del Buen Pastor: «Yo he venido para que las ovejas tengan vida, y la tengan en abundancia. Yo soy el buen pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas.»

En lo más profundo de mi corazón, fluye una oración: «¡Ven Espíritu Santo!» La Palabra de Dios se enciende en mí. Veo una gran tristeza, la de una tierra seca. Son corazones de niños. Siento en mí une inmensa sed de agua viva como una quemadura devorante. Comprendo que esta Agua Viva es una Persona: Jesús, Buen Pastor, que vino para que tengamos Vida, la Vida en abundancia. Él me envuelve de forma divina de su dulce Ternura. Una corriente de amor circula en mi ser. Esta corriente tiene un nombre: Las Ovejas de Jesús. El Espíritu entona en mí el canto de la irresistible invitación al amor: «Entra en el redil, entra en la vida, entra por el corazón de María, entra y sé bendecido». Me fueron mostrados interiormente, caminos nuevos de Evangelio y cómo transmitir la Palabra de Dios a los niños. Acojo este soplo de vida. Entro en el misterio. Llevo en mí al Niño de Belén que quiere nacer al infinito en el corazón de los pequeños. El mío será la cuna de esta obra. Regresé a la casa, repitiéndome lo que Cristo le dijo a Francisco de Asís: «Ve, Francisco, repara mi casa que como ves, se está cayendo en ruinas».

El carisma

Convocada por la Palabra de Dios,
La Oveja de Jesús entra por el Corazón de María
en una relación personal con Jesús, Buen Pastor;

Alimentada por la Palabra,
La Oveja establece su morada en el Corazón del Pastor
y le sigue como un discípulo;

Enviada al servicio de la Palabra,
En la novedad del Espíritu Santo,
la Oveja anuncia alegremente Jesús, el Hijo Amado del Padre,
de preferencia a los niños y a las familias,
en una vida de pertenencia y de fidelidad a la Iglesia.

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Pedagogía de la Alianza

Desde un principio, la pedagogía de las reuniones fue el vehículo de la visión evangélica acogida en la experiencia fundadora. Forma parte de ella. El camino fue formar adultos para que acompañen a los niños y para que anuncien la Palabra a través de la pedagogía específica que presenta la relación entre el pastor y la oveja como lugar de crecimiento, de diálogo, de identidad, de intimidad, de santidad. En esta relación íntima con Jesús, florece una relación, en la luz del amor: la relación a la Iglesia, es decir a los hermanos y hermanas que Ella engendra sin cesar.

El Movimiento ha crecido por la fuerza del testimonio evangélico. Con el transcurso de los años, esta pedagogía fue interiorizada y extendida a los diferentes grupos de edades, siendo siempre fieles a la primacía de la Palabra de Dios, alimentando y formando un corazón de Oveja que pertenece al rebaño de Jesús. Estos grupos, que se multiplicaron rápidamente, tomaron la forma de un movimiento que guardó el nombre de Las Ovejas de Jesús. He aquí la forma en la que definimos las grandes líneas de la pedagogía:

  • Una pedagogía del encuentro personal con Cristo que forma al creyente;
  • Una pedagogía de la comunidad, pues la consciencia de pertenecer a un rebaño, a un pueblo, está ligada a la relación entre el Pastor y la Oveja;
  • Una pedagogía de la Sequela Christi, pues las ovejas, pequeñas y las grandes, aprenden a seguir a su Pastor, al lugar al que Él quiera conducirlas;
  • Una pedagogía del anuncio, pues la Palabra porta en ella su dinamismo misionero;
  • Una pedagogía de la unidad y de la comunión, al servicio de la Iglesia.

Caminos de evangelización

Desde el inicio, la gracia de las Ovejas de Jesús fue recibida como un DON gratuito, de parte del Padre, para sus hijos sedientos del agua viva. Vimos nacer una fuente, vimos un riachuelo convertirse en río y tomar muchas direcciones bajo el movimiento del Espíritu Santo.

  • Para los pequeños de 3 a 6 años que depositamos en los brazos del Buen Pastor: Los Corderitos de Jesús.
  • Para los niños de 6 a 12 años que quieren aprender a ser Ovejas que siguen al Pastor: Las Ovejas de Jesús.
  • Para los adolescentes de 12 a 16 años que desean desarrollar las cualidades del pastor que cuida a su rebaño: Los Pastorcillos de Jesús.
  • Para los jóvenes de 16 años y más que dan un lugar más grande a la adoración eucarística y al compromiso misionero: La Fraternidad Jesús-Pastor.
  • Para los jóvenes adultos que desean vivir un año de formación a la vida en fraternidad y al apostolado, según el carisma de las Ovejas de Jesús: Un año de Vida en abundancia.
  • Para las Ovejas, los Pastorcillos y las familias que desean vivir un momento para alimentarse de la Palabra durante el verano: Los Campamentos Emmanuel.
  • Para las familias que descubren un pequeño rebaño en la Iglesia y desean crecer juntas: La Escuela del domingo.
  • Para las personas de todas las edades que sienten un llamado especial a la oración y a la adoración para la fecundidad espiritual del Movimiento: Los Pastores adoradores.
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Los Corderitos
de Jesús

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Las Ovejas
de Jesús

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Los Pastorcillos
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La fraternidad
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