Las Ovejas de Jesús
Descripción
«Dejad que los niños vengan a mí y no se lo impidáis;
porque de los que son como éstos es el Reino de Dios.»
Lucas 18, 16
El camino de evangelización Las Ovejas de Jesús reúne a los niños de 6 a 12 años. La Oveja de Jesús recibe su alegría de la Presencia del Pastor que cuida de ella, la llama por su nombre, la conduce a verdes prados, la protege del mal. Su voz la hace sentirse segura, le da confianza y seguridad. La interiorización de su relación personal con su Pastor le hace descubrir su identidad de hija de Dios. Es el descubrimiento de la gracia de su bautismo. En esta etapa, el niño aprende a crecer en la alianza con su Dios.
Cada reunión de las Ovejas de Jesús está centrada en la Palabra de Dios.
Una reunión, es la Palabra escuchada, proclamada, acogida, compartida y actualizada. Para cada texto evangélico hay 3 reuniones: el Acercamiento al Evangelio, la Experiencia evangélica y la Prolongación de la experiencia. Estas tres reuniones constituyen los tres tiempos de una única pedagogía que toma su fuente y su inspiración en el Evangelio. Las reuniones se viven a un ritmo semanal o bimensual. Las reuniones duran aproximadamente 60 minutos.
Formación
Las personas que acompañan Las Ovejas de Jesús en su camino espiritual han recibido una formación específica sobre la espiritualidad y la pedagogía propia al Movimiento. Son adultos que se preocupan en transmitir su fe en Jesucristo y/o jóvenes adultos que participan desde hace varios años en «Las Ovejas de Jesús». Tienen por nombre: «Pastores».
Documentos pedagógicos
Los preliminares
Las primeras reuniones de incitación permiten al niño entrar progresivamente en la pedagogía de esta etapa y de acogerse como Oveja amada del Corazón del Pastor. Al final de los preliminares, el niño recibe una bufanda, símbolo de pertenencia al movimiento.
En camino como Ovejas de María
Luego de un año de camino con las Ovejas, el niño es acogido en el corazón de María. Él acepta que María forme a Jesús en él. Aprende a conocerla, a amarla, a orarla. Al final de esta formación, el niño recibe una estatuilla de la Virgen María, evocación de su presencia amante y de su oración por su hijo.
En camino como Ovejas fieles
Luego, el niño es introducido más íntimamente en el «conocimiento» recíproco del Pastor y de su Oveja. El niño se liga a su Señor y aprende a contar con Él. La manta que reviste al niño al final de esta etapa es símbolo de la ternura materna de Dios que envuelve a cada uno de sus hijos y le protege.
En camino como Ovejas misioneras
Transformada por la Palabra de Dios, la oveja misionera, a través de su relación con su Buen Pastor, aprende a llevar el amor de Jesús a su familia, a la escuela y a la parroquia. La misión es presentada como un anuncio de la Buena Nueva de Cristo resucitado. El crucifijo de San Damián, entregado al final de esta formación hace memoria de ello.
En camino como Ovejas de luz
Seguir a Jesús nos compromete con los demás. El niño aprende de una forma específica a reconocer a Jesús en los demás, en el que sufre, en el que no es amado, en el pobre. La Iglesia es la luz del mundo. La lámpara entregada al final de la etapa recuerda al niño su responsabilidad cristiana de caminar en la luz y de llevarla a los demás.
Emblema
- La cruz es nuestra luz y nuestra salvación. Elevado de la tierra, Jesús atrae a Él toda la humanidad.
- El corazón rojo simboliza el Corazón de Jesús, fuente de agua viva que sacia la sed de la Oveja, y fuego de amor que Él ha venido a encender sobre la tierra.
- La Oveja está vuelta hacia el Amor y vive en la difusión de la cruz gloriosa para guardar la luz y la Vida.
- Los rayos de amor, de ternura y de misericordia envuelven y cubren la tierra entera, llamada a formar un único rebaño, bajo la conducta de un único Pastor.
- El lema: ¡Ven, Jesús, ternura para la tierra! Es la oración de la Oveja amante que pone su confianza en su Buen Pastor y llama con todas sus fuerzas su presencia de vida, de luz y de ternura.